Aquellas desconocidas como eran las redes sociales hace unos años, y no tantos. Hoy aparecen en cada conversación si es que no la estamos teniendo a través de ellas.
Primero me inicié en Tuenti, sin ni siquiera saber demasiado de ella. Para mi es, como dice la canción, ‘’ el sitio de mi recreo’’. Sólo tengo amigos y conocidos; y la uso para hablar con ellos y ver sus actualizaciones.
Después vino Facebook, sonaba mas internacional e incluso más adulto y no me confundía. Aquí tengo agregada o sigo a empresas, revistas, curiosidades, etc. El uso que le doy es seguir las actualizaciones de mis contactos que suelen tener un carácter más profesional y serio que Tuenti.
Y para finalizar, o eso pensaba, llegó Twitter. Me enteré de casualidad por la recomendación de un ponente en una conferencia sobre publicidad en la red hace ya 2 años. Cuando la gran mayoría no sabía ni lo que era. Sinceramente, empecé a utilizarlo hace poco más de medio año. Mis contactos son personalidades de los temas que más me interesan. Sigo de vez en cuando sus actualizaciones y yo también me dedico a pensar en voz alta, de vez en cuando.
No me considero, precisamente, una apasionada de las redes sociales, aunque sé que quizá esté ahí el futuro de la mayoría de los jóvenes y empresas. Yo mientras tanto, actualizo mi curriculum vitae periodicamente y lo envio a través de la red. Pero soy de las que pienso que a las cosas hay que ponerles pasión y con muchas dudas yo podré creer que a través de una pantalla esto se pueda transmitir.
